No había publicado en mi blog, últimamente he estado un poco ocupada en otras cosas...
Estaba revisando algunos archivos en mi computadora y encontré una serie de imágenes que tomé cuando estaba realizando un cuadro con una técnica que en mi opinión es muy buena (aunque a muchos no les gusta o menosprecian un poco los materiales) ¿porque pienso así? bueno la técnica se llama "lápices de colores" y no son (como su nombre lo indica) más que colores para pintar... existen muchas marcas en el mercado y son muy buenas y excesivamente caras... pero este cuadro lo hice con Prismacolor...volviendo al tema, pienso que esta técnica es de las mejores porque te enseña dos cosas: paciencia y control para obviamente alcanzar un objetivo, el ilustrador o el artista no puede simplemente descontrolarse o desesperarse porque quiere crear pigmentos bien fijados al papel...entonces se necesita indudablemente disciplina para controlar el lápiz...y para por supuesto saber aplicar la técnica y pensar en el color que le quieres imprimir porque no se trata solamente de aplicar color por color, se trata de contar una historia y expresarla a quién esta viendo el cuadro, invitar a los ojos del espectador a que se paseen sobre las lineas, las formas, la perspectiva, es decir, la composición del cuadro, ¿porque? porque un artista es el que logra transmitir... no lo entiendes hasta que lo experimentas...
Bien pues en esta entrada quiero compartirles esta manera particular de pensar, de manera muy personal quiero comentarles que cada cosa en esta vida te enseña una lección, por muy pequeña que ésta pueda parecer, así es como yo pienso y así es como percibo la técnica de los lápices de colores, ¿es algo que puedo aplicar en mi vida diaria?, claro que sí, todas las personas necesitamos paciencia, disciplina y control para lograr un objetivo.
El cuadro se llama "Jesús te ampare", su tamaño (dónde quiera que se encuentre colgado) es de 60 x 50 el papel es muy bueno y algo caro, se llama Canson y su tono es ladrillo muy caliente por lo tanto elegí una paleta igual.
El motivo del titulo "Jesús te ampare" es porque se trata de una leyenda que muchas personas platican que sucedió en ese callejón...va más o menos así:
Hace algún tiempo, allá por los tiempos en que México era la Nueva España y Xalapa una Villa, pues llegó a dicha villa una familia española acaudalada, esta familia tenía una hija muy bella que tenía 17 años, la chica se enamoro perdidamente de un muchacho llamado Cosme de Taboada quien tenía formalmente el permiso de los padres para visitarla.
Siempre iba a verla y platicaban largas horas a través de las rejillas de los ventanales tipo coloniales de esa época, las platicas muchas veces se hacían cortas para ellos porque se amaban y a veces no se daban cuenta de que ya era más de media noche, bastante tarde, pero no parecía preocuparles porque esas platicas cada vez se hicieron más frecuentes y más largas...
En una de esas noches tan frecuentes y normales, se respiraba un aire diferente, algo que la pareja de jóvenes no podía advertir porque sólo existían uno para otro, lo demás no importaba; así comenzó a llover, esa lluvia que pareciera que no moja pero que a los cinco minutos te empapa, ese famoso chipi-chipi, (tan característico hasta nuestras fechas en la ciudad) la lluvia tomo más fuerza hasta que comenzó a llover a cantaros mientras Cosme y la doncella reían y seguían platicando tratando de ocultarse de la lluvia entre esos techos de dos aguas con la lluvia que recorría rápidamente las tejas y ellos, se apresuraban para llegar a la casa de la joven y despedirse; un ruido a lo lejos casi imperceptible se iba acercando cada vez más hasta que súbitamente apareció entre las sombras de la noche un hombre fornido alcoholizado y lleno de dolor por haber perdido a su familia; el hombre en su locura saco de entre sus ropas una daga y se lanzo hacia la chica para herirla, rápidamente el joven forcejeó con él, no pudiendo hacer mucho porque el hombre doblaba la altura del pobre Cosme quién recibió varias cuchilladas certeras, mortales, crueles y sin piedad que ese monstruo lleno de ira le propino y que desapareció entre la lluvia en medio de los ojos de la muchacha que no pudo hacer nada, esos ojos rápidamente se llenaron de miedo y tristeza al ver caer al suelo sin remedio alguno a su amado sin vida, la jovencita sólo pudo pronunciar en medio de la lluvia que parecía que comenzaba a ceder llevándose la vida del pobre muchacho, diciendo: ¡Cosme, Jesús te ampare!.
Quedó así marcado ese lugar por ese oscuro episodio y con esa frase característica cuyos vecinos continuaron repitiendo hasta que con el tiempo el nombre se acorto a "El callejón Jesús te ampare", conocido así hasta nuestros días.
El callejón ahora se llama Cuahutémoc pero es una tradición seguir llamándolo con el nombre de la conocida leyenda; esta ubicado entre la Avenida Xalapeños Ilustres y Zamora, es tradición caminar por ahí de noche porque pareciera que hay un encanto especial con las farolas que alumbran todo el callejón y que se reflejan en sus calles empedradas, observar las construcciones tipo colonial que aún permanecen rumbo a la Iglesia de San José para ir al centro histórico de la ciudad y mientras tanto en el trayecto, le hace a uno mismo preguntarse que tanto de ficción y realidad tendrá esa leyenda.
La experiencia y el paseo son altamente recomendables.
Y ese es el motivo por el que decidí crear este cuadro, te comparto unas breves imágenes de lo que fue dicho proceso.
Estaba revisando algunos archivos en mi computadora y encontré una serie de imágenes que tomé cuando estaba realizando un cuadro con una técnica que en mi opinión es muy buena (aunque a muchos no les gusta o menosprecian un poco los materiales) ¿porque pienso así? bueno la técnica se llama "lápices de colores" y no son (como su nombre lo indica) más que colores para pintar... existen muchas marcas en el mercado y son muy buenas y excesivamente caras... pero este cuadro lo hice con Prismacolor...volviendo al tema, pienso que esta técnica es de las mejores porque te enseña dos cosas: paciencia y control para obviamente alcanzar un objetivo, el ilustrador o el artista no puede simplemente descontrolarse o desesperarse porque quiere crear pigmentos bien fijados al papel...entonces se necesita indudablemente disciplina para controlar el lápiz...y para por supuesto saber aplicar la técnica y pensar en el color que le quieres imprimir porque no se trata solamente de aplicar color por color, se trata de contar una historia y expresarla a quién esta viendo el cuadro, invitar a los ojos del espectador a que se paseen sobre las lineas, las formas, la perspectiva, es decir, la composición del cuadro, ¿porque? porque un artista es el que logra transmitir... no lo entiendes hasta que lo experimentas...
Bien pues en esta entrada quiero compartirles esta manera particular de pensar, de manera muy personal quiero comentarles que cada cosa en esta vida te enseña una lección, por muy pequeña que ésta pueda parecer, así es como yo pienso y así es como percibo la técnica de los lápices de colores, ¿es algo que puedo aplicar en mi vida diaria?, claro que sí, todas las personas necesitamos paciencia, disciplina y control para lograr un objetivo.
El cuadro se llama "Jesús te ampare", su tamaño (dónde quiera que se encuentre colgado) es de 60 x 50 el papel es muy bueno y algo caro, se llama Canson y su tono es ladrillo muy caliente por lo tanto elegí una paleta igual.
El motivo del titulo "Jesús te ampare" es porque se trata de una leyenda que muchas personas platican que sucedió en ese callejón...va más o menos así:
Hace algún tiempo, allá por los tiempos en que México era la Nueva España y Xalapa una Villa, pues llegó a dicha villa una familia española acaudalada, esta familia tenía una hija muy bella que tenía 17 años, la chica se enamoro perdidamente de un muchacho llamado Cosme de Taboada quien tenía formalmente el permiso de los padres para visitarla.
Siempre iba a verla y platicaban largas horas a través de las rejillas de los ventanales tipo coloniales de esa época, las platicas muchas veces se hacían cortas para ellos porque se amaban y a veces no se daban cuenta de que ya era más de media noche, bastante tarde, pero no parecía preocuparles porque esas platicas cada vez se hicieron más frecuentes y más largas...
En una de esas noches tan frecuentes y normales, se respiraba un aire diferente, algo que la pareja de jóvenes no podía advertir porque sólo existían uno para otro, lo demás no importaba; así comenzó a llover, esa lluvia que pareciera que no moja pero que a los cinco minutos te empapa, ese famoso chipi-chipi, (tan característico hasta nuestras fechas en la ciudad) la lluvia tomo más fuerza hasta que comenzó a llover a cantaros mientras Cosme y la doncella reían y seguían platicando tratando de ocultarse de la lluvia entre esos techos de dos aguas con la lluvia que recorría rápidamente las tejas y ellos, se apresuraban para llegar a la casa de la joven y despedirse; un ruido a lo lejos casi imperceptible se iba acercando cada vez más hasta que súbitamente apareció entre las sombras de la noche un hombre fornido alcoholizado y lleno de dolor por haber perdido a su familia; el hombre en su locura saco de entre sus ropas una daga y se lanzo hacia la chica para herirla, rápidamente el joven forcejeó con él, no pudiendo hacer mucho porque el hombre doblaba la altura del pobre Cosme quién recibió varias cuchilladas certeras, mortales, crueles y sin piedad que ese monstruo lleno de ira le propino y que desapareció entre la lluvia en medio de los ojos de la muchacha que no pudo hacer nada, esos ojos rápidamente se llenaron de miedo y tristeza al ver caer al suelo sin remedio alguno a su amado sin vida, la jovencita sólo pudo pronunciar en medio de la lluvia que parecía que comenzaba a ceder llevándose la vida del pobre muchacho, diciendo: ¡Cosme, Jesús te ampare!.
Quedó así marcado ese lugar por ese oscuro episodio y con esa frase característica cuyos vecinos continuaron repitiendo hasta que con el tiempo el nombre se acorto a "El callejón Jesús te ampare", conocido así hasta nuestros días.
El callejón ahora se llama Cuahutémoc pero es una tradición seguir llamándolo con el nombre de la conocida leyenda; esta ubicado entre la Avenida Xalapeños Ilustres y Zamora, es tradición caminar por ahí de noche porque pareciera que hay un encanto especial con las farolas que alumbran todo el callejón y que se reflejan en sus calles empedradas, observar las construcciones tipo colonial que aún permanecen rumbo a la Iglesia de San José para ir al centro histórico de la ciudad y mientras tanto en el trayecto, le hace a uno mismo preguntarse que tanto de ficción y realidad tendrá esa leyenda.
La experiencia y el paseo son altamente recomendables.
Y ese es el motivo por el que decidí crear este cuadro, te comparto unas breves imágenes de lo que fue dicho proceso.
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