El odio no se vence con más odio

Ví esta frase en internet, es tan cierta, tan real... Me hizo pensar en la cantidad de veces que me he topado con gente sumamente odiosa, con una energía tan pesada, que simplemente no puedo tolerar, entonces te enojas, y crees que el odio se vence con más odio; suena lógico, (aunque, ¿cuántas veces se ha apagado un incendio con fuego?, hmm, no, ya no suena tan lógico) después encontré un texto que me hizo cambiar de manera de pensar, lo leí, me gustó mucho y me puse a reflexionar acerca del odio.

Se los dejo en este post: 


Dicen que por dentro somos como un Océano, somos como sus olas; somos energía en constante movimiento. 

El amor es una de éstas energías, este no se esfuerza, no combate, no lucha; por eso no vence y se encuentra lejos del antagonismo.

Nuestra sangre es ese vehículo que el amor usa para fluir por todos nuestros órganos y llenarlos de energía. 

¿Pero que pasa cuando odiamos?

Cuándo el odio se desplaza por todo nuestro ser, por todo nuestro organismo se acumula en un órgano lo deteriora poco a poco y después contagia a todo nuestro cuerpo, lo enferma.

El odio posee una frecuencia vibratoria baja, es decir, ese sentimiento no tiene energía (o tiene muy poca) es denso y opaco, por eso cuanto más oscuro es, más luz necesita.

Aquellos que odian, necesitan aumentar su frecuencia para tener mayor energía, más luz, más AMOR y así podrán refractar (dejar entrar a través de ellos) esta luz y comenzaran a vibrar a una frecuencia más alta, convirtiéndose en personas menos opacas, hasta alcanzar ser "transparente", el odio se va y lo que queda es irradiar esa luz a las personas que te rodean. 

Irradia amor

Si quieres "enviar amor" a una persona que este llena de odio, puedes hacerlo, siempre y cuando ésta persona este dispuesta a recibirlo.

El amor es una energía libre, cualquiera puede tomarla, pero la decisión de tomarla es de ella misma.

Cierra los ojos.

Inhala y exhala profundamente, cuando salgas a correr siente las caricias del Sol y el aire correr por tu frente, inspira el perfume de una flor. 

Respira.

En cada respiración estás tomando esa energía. 

Por eso quién ha logrado alcanzar esta vibración más alta y tiene la energía del amor, no pelea, no rivaliza, no lucha y mira con compasión a quién esta en conflicto con su propio odio y desamor. 

El amor no combate, pero es una energía constante porque al final siempre prevalece.

Cada vez que alguien quiera invitarte a odiar, piensa que es tu decisión aceptar su invitación, recuerda que: 

Quién te enfada te domina.

Namaste.


Marbel Alonso

Editora.

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