¿Quién fue el rey Pakal?


El Templo de las Inscripciones
Palenque (en maya: Bàak') en Chiapas, México es uno de los sitios más impresionantes de la cultura Maya, destaca por su acervo arquitectónico y escultórico, el área descubierta hasta 2005 abarca 2,5 km², pero se estima que solo se ha explorado menos de un 2 % de la superficie total que alcanzó la ciudad, permaneciendo aún más de mil estructuras cubiertas por la selva. En 1981, Palenque fue designado parque nacional y laa Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1987.
El Templo de las Inscripciones de Palenque resguarda desde hace 1,300 años, bajo una escalera de 45 escalones (1,50 metros debajo del nivel del suelo) la tumba secreta de Pakal el Grande Gran Sol-Escudo (K'inich Janaab Pakal), un altar circular tetrápode frente al templo, es decir, al pie de la escalinata, con una espectacular cripta y gigantesca lápida que tapa el sarcófago con los restos del rey.


Dicho templo, es el más alto (19.59 m.) del complejo, y es el más importante de todas las construcciones que ahí se encuentran, tiene nueve niveles, cuyo número hace referencia a los nueve niveles de la región de los muertos, en su cima hay un santuario formado por un pórtico de cinco puertas. Se accede a él por la escalinata frontal de 69 peldaños.

Este templo fue construido por el mismo Rey Pakal (603 d.C. – 683 d.C.) y finalizado por su hijo Chan Bahlum ó Chan Bahlum II "Serpiente Jaguar orientado al Sol" (K’inich Kan B’alam II). Construido simplemente para glorificar a Pakal en vida y albergar sus restos.
El cuerpo de Pakal


Su esqueleto,cubierto de cinabrio rojo, representando al oriente, lugar donde resucita el sol cada día, aludiendo a la inmortalidad, el ajuar lo reitera como dios del maíz, árbol del mundo y centro del universo, en sus manos y pies se encontraron cuatro cuentas de jade simbolizando cuatro rumbos cósmicos, en el centro, una figurilla de jade representando al dios del maíz cocodrilo y otra estatuilla del dios Pax, en su frente una diadema de discos de jade, similar a la de su entronación, en el centro un sak hu’unal una joya representando al dios Hu’unal con un trifolio de maíz sobre su cabeza con una nariz larga. La máscara de Pakal fue elaborada con trescientas cuarenta piezas de jade en varias tonalidades:

Cosmocolor (NaCrSi2O6)

Jadeita (NaAlSi2O6)

Albita (NaAlSi3O8)

Materiales que no existen en la zona de Palenque, traídos quizás de Guatemala y algunas conchas del Océano Pacífico, el pulido es áspero reduciendo su brillo para dar el aspecto de muerto a la máscara y los ojos muestran un acentuado estrabismo.

Se observa su rasgo ahau (rey) se puede observar en la parte superior central de la frente, con un trifolio de tres teselas de jade verde claro evocando a K¿wawii. Las otras deidades, Chaahk y Yoopat están presentes en los glifos del reverso de las orejeras, talladas como forma de flores simbólicas, la nariz aguileña continua su línea hasta la frente, la boca entreabierta y en la parte central de los labios, una pieza de jade indicando el aliento mediante un símbolo del viento ik. Las orejeras también simbolizaban este aspecto del aliento con la deidad del viento, las cuentas de las orejeras representan un pistilo de la flor vertiendo humedad.



En cada dedo de las manos del rey esta colocado un anillo de jade, el cinturón ceremonial tenía dos máscaras pequeñas representando al dios Itzamnaaj, una de ellas evoca sabiduría y experiencia (como un hombre viejo) y la otra juventud y fuerza (hombre joven). El pectoral de nueve hilos, collar de tres hilos, dos brazaletes de ocho hilos y dos portamechones para separar su cabello.


El esqueleto de Pakal estaba cubierto de cinabrio cuyo color rojo los mayas identificaban con el oriente, lugar por donde resucita el sol cada mañana, de esta forma se alude a la inmortalidad. El ajuar funerario de Pakal lo reitera como dios del maíz, árbol del mundo y centro del universo. Entre el ajuar con que fue ataviado Pakal “El Grande” tras su muerte, hace mil 333 años, se encontraba un par de orejeras con un epígrafe que narra cómo para ser recibido por el dios del inframundo, el difunto debía sumergirse en el agua del Dios Chaac.


Sus restos diferían un poco de las características físicas del pueblo Maya. Los mayas eran personas que medían alrededor de 1,50 metros, Pakal medía 1,65 metros, su cráneo con la deformación tabular oblicua extrema, cuyo perfil evoca a una mazorca de maíz. Los mayas practicaban esta deformación craneal con los miembros de la nobleza, mediante la ayuda de prensas de madera se ejercía presión en la cabeza a los niños desde muy temprana edad. la cantidad de joyas encontradas daban idea de la elevada alcurnia del personaje, manos delgadas, dedos alargados y cubiertos de anillos, que datan de una antigüedad de 2,000 años. Durante el descubrimiento se encontraron junto al Rey seis cuerpos con cráneos alargados que hacen notar que hubo un sacrificio colectivo de personajes nobles.

49 piezas de jadeína o jade conforman la máscara del rey, ésta mide 12 centimetros de largo por13.5 de ancho.
Pakal gobernó el estado maya de B’aakal, (cuya sede era Palenque) su reinado alcanzo los más altos niveles de esplendor y sofisticación, tomó el poder a la edad de doce años, cedido por su madre Sak K’uk’, aunque se cree que fue ella quien ejerció el poder hasta que Pakal alcanzó la madurez, el reinado de Pakal reconstruyo el poder de la dinastía después de una época de guerras, reconstruyo Palenque por su carácter guerrero.




Simbología de la tumba



La tumba evoca y la guerra, pero no sólo como sustantivo, sino como una filosofía guerrera, los niveles del mundo subterráneo del inframundo. Nueve guerreros representados en la tumba de Pakal, Los Nueve Señores de la Noche, guardianes de Pakal y regentes de los nueve niveles del inframundo, hacen alusión a la guerra como símbolo de poder del rey durante su reinado con un pueblo violento en busca de poderío y control sobre otras ciudades, junto a ellos una inscripción con formas del molar de un jaguar, animal sagrado para los guerreros mayas, mismo que le da su nombre: 

“b’olon yej te’ naah u k’ab’a’ u mukil k’inich jan[aahb’] pakal k’uh[ul] b’aakal ajaw”. 

En español, “La casa de las nueve lanzas afiladas es el nombre de la tumba de K’inich Janaahb’ Pakal, sagrado gobernante de Palenque”.

Glifo maya T514, que significa yej: filo.
El sarcófago, la losa que lo cubre y los muros de la cripta están decorados con bajorrelieves que hacen alusión a la genealogía real de Pakal y a mitos de la creación de la cultura Maya, su descenso al inframundo, ahí toma la identidad de uno de los gemelos que en el Popol Vuh derrotando a los señores de éste mundo, permitiendo así la resurrección del dios del maíz y con este el reinicio del ciclo agrícola.

Cripta del rey Pakal, ésta mide 7 metros de largo, 3 metros de ancho y 6.5 de longitud.(INAH) 
Los gobernantes mayas no eran considerados como dioses en vida, sólo eran sagrados, tras la muerte de éstos comenzaba su veneración, y se desarrollaban imágenes del paso del gobernante muerto a la divinidad, asumiendo atributos de alguna deidad, o asociados con el Sol (hombres) y la Luna (mujeres). La clase gobernante también era asociada con el dios del Maíz, símbolo de juventud, renovación vegetal y representando un ciclo de transformaciones que vinculaba a gobernantes con los primeros seres humanos, representados como una especie de pasta de maíz.


En el relieve de la tapa labrada en piedra se reproduce la figura de un hombre con atuendo maya, que representa una síntesis simbólica de la visión cósmica y existencial de los mayas, en ésta se encuentran inscripciones acerca del momento en el que el rey inicia su viaje al inframundo. La escena que relata está enmarcada en el árbol de la vida (en forma de cruz), donde Pakal en su ascensión escapa de un Demonio mostrado en la parte inferior que lo ha devorado ritualmente en el momento de su muerte, también se encuentran otros símbolos muy interesantes como el pájaro Quetzal, la serpiente bicéfala (con cabezas en forma de mazorcas de maíz en las ramas del árbol) y el demonio en su base.

Cosmovisión Maya 

Significado de la lápida

En la lápida principal de la tumba tallada en altorrelieve y con un peso de 7 toneladas, se describe de manera sintetizada la visión cósmica y existencial de los mayas, a partir de tres niveles:

El superior (cielo, conformado según ellos con trece cielos)

Intermedio (tierra ó Xibalbá)

Inframundo (nueve estratos)

La lápida, monolítica de 3.80 m de longitud, 2.20 m de ancho y .025 de espesor se narra la biografía de Pakal a través de jeroglificos, al frente el gobernante como un hombre joven, pero con postura de recién nacido que emerge de las fauces de Sak B’aal Nahh Chapaat (primer ciempiés de los huesos blancos) que tiene la mandibula descarnada junto con un recipiente utilizado para sacrificios de sangre.

Sobre su cuerpo, un árbol en forma de cruz, que divide los 4 rumbos del cosmos; después la serpiente bicéfala, cuyo cuerpo pareciera una letra omega cruzando los brazos del árbol. De la mandíbula de la cabeza izquierda emerge el dios K’awiil y de la mandíbula derecha el dios Hu’unal, ambos acompañan a Pakal a trascender a través del cosmos. En la cima del árbol el dios supremo de los mayas Itzamnaaj K’inich Ajaw, representado en un Quetzal en posición de cénit. A la izquierda y derecha, está representado el dios Ceh, quien era una deidad de la sacralidad maya. Rodeando el árbol, se observan representaciones de cuentas de jade, conchas y símbolos de sangre.


El marco de la lápida es una banda con símbolos astronómicos de venus, marte, la luna y el sol. En la esquida superior izquierda, el signo kin representando al día y en la esquina superior derecha el signo akbal de la noche u oscuridad, en la parte tanto inferior y superior varios personajes que parecen rezar o hablar, ellos son los nahb’atow-ilob, nobles cercanos a Pakal, ayudándolo en sus autosacrificios de sangre. La banda permietral representa absolutamente el cuerpo de la serpiente o dragón bicéfalo en su advocación a Itzamnaaj o la Casa del Lagarto, que es el lugar a dónde debería llegar Pakal. 

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Marbel Alonso

Editora.

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