En
El Arte de la Persuasión parte 1 explique
de manera muy general algunos aspectos de la persuasión, como definir el
objetivo, los egos, y de lo que vamos a hablar dependiendo de éstos, además de algunas
tácticas para responder a los ataques cuando nuestras ideas no son aceptadas.
En este post (parte 2) continúo explorando en las posibilidades que podemos adoptar
para actuar de manera persuasiva ante una situación.
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Convierte tus debilidades en fortalezas. |
En
alguna situación de nuestra vida diaria, dónde la persuasión se vuelve más
personal, podemos usar un rasgo de debilidad
(o que percibimos así, incluso socialmente) para reconocerla en voz alta,
replantearla identificándola como un aspecto positivo y explicarla a tu
público, funciona como una efectiva estrategia persuasiva y con esto se ofrece
otra perspectiva causando un efecto inmediato. Convierte tus debilidades en fortalezas.
Para
lograr conexión entre el oyente y el orador, el oyente debe creer en el orador
y en el mensaje, si el orador no les agrada, entonces desconfiarán del mensaje.
¿Cómo gustarle a los demás? Para gustar
consigue que te gusten, es decir, hay que encontrar una cosa por lo menos
que te guste de tu público, en el budismo el pecado es el pensamiento y no la
acción porque primero es el pensamiento, y este te lleva a la acción. Si
pensamos que alguien nos gusta, cambia nuestra sensación con respecto de esa
persona, a veces instintivamente tenemos reacciones negativas hacia algunos
individuos y no son acertadas, para evitar tener estas emociones erróneas sobre
alguien, puedes esforzarte para cambiar mentalmente tu percepción de su
personalidad, de negativa a positiva, recuerda
que todos necesitamos ser valorados.
Cinco minutos, es
todo.
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Los primeros cinco minutos son básicos a la hora de lograr una buena comunicación. |
Tu
objetivo: persuadir, tu tiempo, cinco
minutos.
El
ego está en alerta máxima los
primeros cinco minutos de interacción, dónde tienes que lograr (no impresionar)
hacer sentir cómodo a tu interlocutor, y este, estará en su punto máximo de
atención y recepción a nuevas ideas.
Para dar buena
impresión sonríe, mira a los ojos y da un apretón de manos firme.
Recuerda
que dentro de esos cinco minutos produces un impacto visual y
verbal, por lo que es importante no romper con esa conexión y
aprovecharla.
Cuando
pronunciamos cada palabra, el oyente al escuchará, para después interpretarla
mediante su experiencia persona y generar una opinión. Tu reto a la hora de
persuadir, es reconocer la realidad de los demás, adecuarla a la tuya y crear
un objetivo con un beneficio mutuo o común. Cuando escuchas activamente
demuestras interés por los otros y prestamos atención a sus preocupaciones,
pero no sólo eso, escuchar con atención nos permite tener información para
anticipar objeciones que puedan surgir. Para llegar a un fin comunitario y unir
a las personas para alcanzar un objetivo, es necesario escuchar las opiniones
de los demás, pero no superficialmente, es necesario llegar a comprenderlas y
admitirlas, así facilitamos la receptividad de los que colaboran en un proyecto
porque estamos reconociendo su realidad y obteniendo su confianza.
Tres palabras clave: ELECCIÓN, JUSTICIA Y
RESPONSABILIDAD
Elegir nos ofrece una posibilidad
para presentar un plan, te da la posibilidad de dar a elegir e incluir a los
demás, otorgando libertad e inclusión.
La justicia, tiene la característica de
cambiar según las necesidades vitales de cada persona, al utilizar esta palabra
debemos ser conscientes de que la realidad de la otra persona no siempre será
la misma que la nuestra. Utilizar la palabra justicia, te permite dignificar a tus
oyentes, porque permites lograr una identificación y con esto una mayor
recepción a ideas y cultiva el terreno adecuado para liderar, porque tenemos la
idea del bien común.
La responsabilidad aplicada
a uno mismo, produce un efecto emocional y sumamente efectivo, porque se espera
una respuesta con la misma responsabilidad de los demás, pero siempre aplicándola
hacia nosotros en términos de liderar a los demás, como equipo, logrando
ecuanimidad.
Ser breve, la clave de ser contundente
Lo esencial para ganar es expresar la idea
contundentemente y siendo esencial, esto te permite conectar tu historia con la
de tus interlocutores e identificándola con su propia experiencia personal, integrándose
a tus intereses, es decir se identifican y se conectan contigo.
Para ser efectivo a la hora de comunicar, debes
apropiarte del lenguaje (hacer que te recuerden) y utilizar un lenguaje
emocional específico, (éste te permite crear una imagen en la mente de las
personas y conectar ideas a un nivel más profundo) cuando usas lenguaje emocional, no sólo haces que tu público
entienda la idea principal, sino que además la sientan.
Entusiasma a los demás
Para lograr que las personas se muestren entusiasmados con nuestras ideas debemos lograr que las sientan como suyas, para conseguirlo, es necesario animar a los demás a pronunciarse a favor o en contra, ¿Cómo lograr que las personas se comprometan y participen?
"Nada que logre ser grandioso pudo lograrse sin entusiasmo". |
Haz preguntas y presta atención a las respuestas que concuerden con
lo que quieres conseguir, con esto lograras respaldo a tu objetivo y lograras
acuerdos, entonces no sólo será tu idea, también será de la otra persona.
Aprovecha cada momento para promover el objetivo principal, pero
estando atento a lo que digan los demás.
Une cuestiones conectando las sugerencias de los demás.
Adáptate al lenguaje de tus interlocutores para describir el
objetivo, al adaptarte a su nivel lograras conectarte con ellos.
Cuando utilizas el lenguaje de los demás puedes adoptar una frase
que alguien haya dicho y resaltarla como un elemento importante y oficial del
proyecto.
Construye tu red de apoyo
Muy pocos están de acuerdo con las ideas de
otra persona, pero al mismo tiempo nadie quiere ser el último en hacerlo y
pertenecer; la mayoría de la gente se encuentra en medio, pero indecisos,
cuando consigues personas que estén de acuerdo contigo animas a los demás a
superar la indecisión de ser el primero.
Cuando logras que personas admirables o
respetables estén contigo y respalden tus ideas, creas un movimiento
inteligente porque la persuasión hizo una coalición. Si no existen esas
personas apóyate en otros aspectos, como estudios, investigaciones que permitan
avalar tus ideas.
Para lograr dar credibilidad a tu idea, hazlo
de manera independiente, es decir, con datos sólidos defiende tu punto de
vista, los números son fáciles de recordar y ayudan a que la idea se grabe en
la mente de los que nos escuchan, la manera de presentar cifras, son: como
cantidad simple, contundente, comparación
o porcentaje.
Otorga datos breves y específicos a tus aliados
para que estos los comuniquen a los demás y la red crezca; la brevedad es muy
importante porque así nuestros aliados la recordaran y los demás también, es
decir no serán datos difíciles de recordar.
En todos los grupos existirán personas que se pongan
de nuestro lado desde el primer momento y siempre habrá otros pocos que estarán
en contra. (por ser escépticos o por otra razón) Conseguir que los indecisos
apoyen nuestra idea a menudo lo único es necesario para ganar.
A los indecisos simplemente no les preocupa lo
que planteamos, ellos se declaran independientes, no prestan tanta atención
como la gente más aferrada a sus opiniones. Si se les obliga a tomar una decisión
o tomar parte, a menudo ven todo de manera negativa y encuentran defectos en
ambas partes.
Para convencer a un indeciso se requiere ser sutil,
no es bueno hacerles preguntas directas a los individuos que no han dado su
opinión para intentar obligarles a posicionarse. Lo mejor es ganar su confianza
hablando con otras personas del grupo y dejar que los indecisos observen. El
secreto reside en como manejamos la oposición. Un buen método consiste en
incorporar el punto de vista de los que se oponen y después cambiar el debate. Cuando
reconoces mérito en la opinión de otra parte, demuestras a los indecisos que
somos personas razonables y de mente abierta. A los indecisos a menudo les
cuesta trabajo llegar a una determinación, porque comprenden los diferentes
puntos de vista de las partes, con ésta estrategia estamos demostrando que nosotros
también somos capaces de comprenderlos. Cuando reconoces las ideas o razones
sólidas y evidentes de la oposición, les quitas empuje e impresionas a los
indecisos.
No es necesario convencer absolutamente a
todos, sólo se necesita un número suficiente para crear una masa crítica que
este de nuestra parte. Una vez conseguido, debemos unificar al grupo, quizá haciendo
una o dos concesiones a la oposición, para demostrar que somos prácticos y
justos. La razón de hacer concesiones debe ser estratégica, no emocional. Algunos
indecisos finalmente dejarán de estar al margen y tomarán una decisión. Apoyaran
a la persona que les trate con más respeto y demuestre ser la más ecuánime.
Continúa leyendo El Arte de la Persuasión (parte 2)
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