El traje de jarocha "La Veracruzana"





¿Quién no lo ha visto alguna vez?, yo podría asegurar que todos en algún momento hemos observado este hermoso atuendo cuya historia se remonta por allá por el Papaloapan; elegante, bello, digno de admiración, no hay otro atuendo que pueda reflejar la belleza de esos olanes y transparencias; de origen español evoluciono con el tiempo hasta llegar a lo que es hoy, un atuendo con organdí, muselina y algodón, telas ligeras y frescas de acuerdo al clima de la vida marítima, es un hermosa vestimenta tropical.

Su historia va de la mano con la vestimenta que en aquellas epócas vestían los campesinos, muy sencillas, sin encajes ni vuelos; después que triunfa la Revolución, se produce un cambio social muy importante en todo el país y por supuesto en la región de Tlacotalpan, que comienza un esplendor económico y aparecen ahora si los trajes vistosos con olanes, encajes con un evidente estilo barroco. 

Así los trajes sencillos de manta, que llevaban muchas veces los mulatos quienes eran tratados despectivamente por los españoles fueron evolucionando con adornos para las fiestas típicas de Tlacotalpan; es en la fiesta de la Candelaria (llamada así por la candela que llevaban los barcos al navegar por las noches) dónde aparece imponente el traje de jarocha y se convierte en el atuendo característico de la región; después es introducido en la Ciudad de México llevando también conjuntos de música, compositores haciendo siempre alarde del ingenio y de la gracia del veracruzano.

Este traje característico no sólo de Veracruz, sino de México; evoluciono en gran medida. Desde los principios de la época colonial en nuestro país, dónde las familias españolas se establecieron en muchas regiones, pero sobretodo en el Golfo de México, Veracruz y Sotavento (Cosamaloapan, Alvarado, Tlacotalpan, y los Tuxtlas) trayendo el traje de valenciana el cual influyo de manera determinante en el traje de jarocha que es un ícono de nuestra identidad cultural, que nos llena de orgullo y que refleja fielmente la alegría de una veracruzana. 

Aquí el proceso de mi cuadro, realizado con pasteles secos haciendo honor a este magnifico vestuario.













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Marbel Alonso

Editora.

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