El billete de veinte pesos



Hoy encontré en medio de la calle un billete de veinte pesos, mojado... (los estragos del huracán que esta azotando mi estado, Veracruz, un poco después del temblor de Chiapas...en fin...), lo guarde en mi bolsillo y me sentí muy afortunada de haberlo encontrado; continué mi camino y no paso mucho tiempo, a unos metros, me encontré a una señora y comenzó a hablar conmigo...llevaba un paraguas viejo y una bolsita de plástico...entre la plática me dijo literalmente "yo voy a conseguir para poder comer este día"... Con la mano en el bolsillo de mi chamarra y el billete aún mojado, no dude en dárselo... ella me agradeció  diciéndome: "Muchas gracias, Dios te lo pague". Me sentí contenta de poder haber ayudado a alguien, continué mi caminando y recordé unas palabras que alguien me había dicho en algún momento:

"La energía del universo es un constante dar y recibir"... 

Me puse a investigar y esta es la entrada para mi blog



El universo funciona de manera dinámica, es un flujo de energía constante; cuando das con buenas intenciones esa bondad regresa a ti, estamos conectados con esa energía y nuestro cuerpo comparte y fluye dentro de ese campo estelar... dentro del flujo de la vida; esa armoniosa interacción de elementos y fuerzas que estructuran y trabajan juntas para formar el campo mismo de nuestra existencia. Las estrellas, (científicamente esta comprobado que somos 97% polvo de estrellas) el universo, el flujo de energía que si cortamos sería como cortar el flujo sanguíneo y no dejáramos circular nuestra sangre y se estancara dentro de nuestro cuerpo. De ahí la importancia de ese campo y de su constante circulación, ahí esta el secreto de la abundancia en nuestras vidas, ¿qué quieres?, ¿qué das?.

Una analogía sencilla: una semilla, que contiene miles de nuevas plantas; si no es sembrada no sirve de nada, pero si la damos al suelo la semilla dará su inteligencia al suelo fértil. Cuando das, todas esas energías empiezan a fluir y hacen que se manifiesten materialmente en tu propia vida.

Cuando damos de manera incondicional y de corazón, conectados con esa misma energía de la abundancia, todo regresa en algún momento, en alguna forma material hacia ti y multiplicado. El famoso "karma" (dónde toda acción tiene una fuerza dinámica que se expresa e influye en las sucesivas existencias del individuo), que es todo aquello que damos a los demás pero que deseamos para nosotros mismos (sin esperarlo quizás, sino de manera más desinteresada) ¿quieres amor? aprende a dar amos, atención, aprecio, aprende entonces a dar atención y apreciar a las personas que te rodean, ¿quieres riqueza?, ayuda a los demás a conseguir riqueza en sus vidas; es la manera más fácil de obtener lo que deseamos, ayudar a los demás a conseguir lo que también desean. Vibramos en la misma frecuencia entonces, porque al desear lo mejor a los demás, vibramos y tenemos poder de afectar a los demás con nuestros pensamientos o buenos deseos; es inteligencia, porque el cosmos y los elementos que nos rodean fueron creados a través de una inteligencia suprema, entonces... ¿porqué no conectarnos inteligentemente a esa energía?, la vida va danzando a través de esa energía inteligente y se manifiesta en un intercambio de impulsos desde nuestros átomos y nuestras células hasta las estrellas (que forman 97% de nuestra materia). Es muy interesante pensar que cada vez que nos mantenemos en la misma frecuencia positiva y abundante podemos danzar con esa energía, sincronizandonos en ese intercambio de impulsos que van dando el ritmo de los latidos de la misma vida. 

Que poético suena todo esto, que romántico ¿no?, pero creo que es real; es decir, si entráramos en contacto con una persona y le diéramos algo, (no algo material, sería casi imposible hacerlo con todas las personas que nos encontremos) pero si algo no material, sino algo inmaterial, que es mucho más poderoso, interés, atención, afecto, aprecio...Amor.

Sería interesante aplicarlo, tomar la decisión de dar más y aprender que esta es una capacidad que podemos alimentar, la naturaleza de nuestro cuerpo es la salud, la prosperidad y la abundancia; como esa semilla que sólo debe conectarse con el suelo fértil, nosotros somos potencialmente abundantes dentro de este universo de posibilidades infinitas. Cuando podemos comprender y llegar a entrar en ese flujo de abundancia y de riqueza podemos comprender que nuestra conciencia sabe como satisfacer cada necesidad, cada alegría, amor, paz, conocimiento. Si despertamos cada día y buscamos esas cosas no sólo para nuestra satisfacción personal, sino lo amplificamos hacia los demás todo lo demás será capaz de llegar hacia nosotros de manera espontanea y natural, a veces sin que nos demos cuenta como y de que manera llegó a nuestras vidas.

Marbel Alonso

Editora.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario