La crisis para la catarsis


Una crisis para la catarsis

Vida. Tan apurada y ajetreada vida, corre el tic tac del reloj que nos va avisando que la vida se nos va y que cada momento feliz, se queda en nuestros recuerdos y cada momento triste tratamos de guardarlo y no recordar... Vivir, sobrepasar las crisis y situaciones difíciles que nos pasan de la mejor manera posible; dónde cada respuesta y cada solución siempre nos alienta a continuar viviendo. 

Crisis, las que nos transforman o las que nos matan, las que nos hacen avanzar y reinventar al cambiarnos constantemente y trascender, las que nos hacen seguir viviendo y, en cierta manera darle cierto sentido a nuestra existencia porque nos motivan a crecer. 

Hace tiempo escuche esta historia... 
"La langosta, vive dentro de un caparazón rígido y por ser rígido y no expandirse jamás dejará crecer a la langosta...Entonces a medida que este animal crece el caparazón se vuelve un limitante y la langosta vive bajo mucha presión, entonces esa crisis la hace esconderse debajo de una piedra para esconderse de los depredadores y ahí deja su caparazón que ya no la deja seguir creciendo para producir uno nuevo, de manera que en cada crisis la langosta debe abandonar su caparazón nuevamente y así sucesivamente... ¿Qué es lo que estimula a la langosta? La crisis que le produce el no poder crecer... Y ¿si alguien ayudara a la langosta con su crisis?... Si alguien aliviara ese dolor ... ¿Continuaría creciendo? ¿Se quitaría ese caparazón que le impide crecer?..." 

Los tiempos de crisis también son señales que nos ayudan a crecer. Podemos usar la adversidad para crecer a través de ella. 

Eso me hizo recordar otro ícono de la crisis. Una pintura: "La balsa de la Medusa", un ícono del Romanticismo francés, hecha por Théodore Géricault entre 1818 y 1819, y que hoy, se encuentra en el Museo del Louvre, París. 

La pintura esta llena de movimiento de drama, de un cambio brusco que cambió la vida de los que están plasmados en el óleo, el momento retratado es el hundimiento de un barco llamado "La medusa", dónde sólo se salvaron muy pocos. Refleja perfectamente un momento de crisis. "Estabamos navegando tranquilamente en nuestro barco y de repente entramos a una tempestad, a una tormenta, ya no hay seguridad, ya no hay esperanza, ya no hay certeza de vivir, ya no existen los sueños que tenían cuando se embarcaron en ese infinito mar. Ahora se trata de sobrevivir. 

Sobrevivir, aferrarnos a salir de esa tempestad. 

Ahora observemos bien la pintura, cada uno de los personajes y su actitud ante la crisis: están los que se rinden y ya han perdido toda esperanza, están en la parte inferior, muertos, en agonía o abatidos, dando la espalda y dejándose morir; están los que dudan, pero tienen confianza, aún creen (aunque sea un poco) en que pueden salvarse pero no tienen la fuerza suficiente para luchar, y por eso sólo imploran ayuda, de rodillas y con las manos extendidas; por último, los idealistas, los que luchan, de pie, con el sol iluminando sus rostros, agitando sus ropas blancas, sin temor a que se quemen, luchando sin rendirse. 

Marbel Alonso

Editora.

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