Quien te enfada, te domina




Vamos, somos humanos... quién no se ha enojado y ha hecho cosas sin pensar... Es real sin pensar... Cuando nos enojamos el lóbulo frontal derecho de nuestro cerebro se activa haciendo que la racionalidad se pierda, esto eleva los niveles de dopamina generando que las zonas del cerebro que nos permiten auto controlarnos se inactiven.

Así que efectivamente, quien te enfada te domina, quien te hace enojar tiene poder sobre ti, así que, si lo pensamos mejor, ¿Por qué deberíamos otorgar ese poder?

No le concedas ese poder a otros, a nadie.

Incluso podríamos decir que lo que la otra persona piensa, es más importante que lo que yo mismo opino sobre mí.

Cuando estamos molestos entonces dirigimos nuestras energías hacía afuera, hacía los demás, la responsabilidad de mi sentimiento es tuya, en lugar de hacernos responsables de nuestra emoción; de dirigirnos hacia dentro y asumir nuestro pensamiento y sentimiento, le otorgamos el poder y le concedemos nuestro comportamiento a otros. No puedes enojarte sin tu propio conocimiento, ¿no crees?

Entonces aparece nuestro ego y aplasta nuestro interior para evitar que podamos identificarnos con lo que tenemos, con lo que hacemos y cómo nos valoran.

Una vez que el ego se va, es como podemos tomar más responsabilidad de nuestros pensamientos y nuestros comportamientos, podemos controlar nuestras emociones y ya nadie nos puede hacer daño; ¿Por qué?, porque consideramos y afirmamos nuestro ser, nuestra humanidad, todo eso que somos y que está mucho más allá de lo terrenal, del dinero o de lo material, nuestros actos y la opinión ajena.

Cuando alguien te insulta es como si te diera un regalo que tu no quieres, sería lógico pensar ¿por qué debo aceptar un regalo que no me gusta?, ¿qué pasa si no lo aceptas? Sigue siento entonces de la otra persona, ¿y si lo aceptas? Es tuyo, disfrútalo y responsabilízate de él… La decisión siempre es, al final de uno mismo.

Podemos entonces controlar nuestra actitud y nuestra respuesta, pero lamentablemente no controlar a los demás, ni las circunstancias externas que nos puedan rodear en la vida, es entonces nuestra actitud la que nos puede ayudar a enfrentar la vida.


Marbel Alonso

Editora.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario