¿ Cuántos de ustedes conocen esta historia?
Gonzalo Guerrero, "El renegado", el español que llegó a América en una expedición marítima, con destino a "La Española" (Cuba), su embarcación naufragó muy cerca de la península de Yucatán y de 2 tripulantes de 20 sobrevivientetes 18 fueron asesinados por los aguerridos cocomes y sólo dos quedaron con vida.
Esas dos personas son Gonzalo Guerrero y el fraile Jerónimo de Aguilar quienes lograron escapar, al poco tiempo fueron capturados y tomados prisioneros por H'Kin Cutz.
Jerónimo Aguilar se mantuvo fiel a su cultura y a su religión, mientras Guerrero se adapto y adoptó la cultura maya, fue un guerrero como su apellido nos lo quisiera indicar inconscientemente.
Vivió gran parte de su vida como un esclavo, pero gracias a que era un gran estratega militar, enseño formaciones de ataque, defensa y formaciones a los guerreros mayas, mismas que les hicieron obtener muchas victorias (por ejemplo con una falange macedonia) al ejercito del jefe maya Taxmar.
Es muy interesante imaginar como era la personalidad de Guerrero, ya que después de que es libre se deja hacer tatuajes y perforaciones propias de su rango militar, es también impresionante pensar por un momento el escenario en el que Nacom Balam (un líder militar maya) va cruzando un río y es atacado por un caimán, Guerrero en vez de escapar lucha contra el caimán y lo mata ganándose su libertad.
Guerrero siempre llevó sus guerras hasta la victoria, una vez libre alcanza un rango militar importante y se casa con la princesa Zazil Ha.
Cuando llega Cortés, le envía cartas para rescatarlo; el mismo Jerónimo va a buscarlo y Guerrero respondió esto:
“Hermano Aguilar, yo soy casado y tengo tres hijos, y tiénenme por cacique y capitán cuando hay guerras. Id vos con Dios, que yo tengo labrada la cara y horadadas las orejas. ¿Qué dirán de mí cuando me vean esos españoles ir, de esta manera? Y ya veis estos mis hijicos cuán bonicos son”.
Guerrero muripo en 1536, cuando se enfrentaba a las tropas del capitan Lorenzo de Godoy, su agonía no fue muy prolongada: una flecha de ballesta se clavó y atravesó sus costados. Se cuenta que en sus últimos momentos pidió que cuidaran a sus hijos y que los soldados continuaran peleando.
Y así el cuerpo de Guerrero "tatuado y vestido como indio, pero barbado como cristiano", fue lanzado al río Ulúa, para que la corriente se lo llevará al Océano de donde llegó.
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