¿Y tú eres reactivo o proactivo?
Existen dos tipos de personas; las que
dirigen su vida y los que son dirigidos.
Siendo
honestos algunas veces hemos tomado actitudes de un proactivo, o de un
reactivo, pero hablando de personalidad, de manera de ser, existen diferencias
con las que nos vamos a sentir identificados en las descripciones de cada tipo
de personas.
La
primer pregunta que nos debemos de hacer es, ¿estoy reaccionando a mi entorno
o yo estoy
transformando mi entorno?, ¿soy reactivo o proactivo?.
¿Qué
es proactividad?
La
definición oficial nos habla de una actitud que el sujeto asume y como tal, se
comporta de modo activo, toma decisiones creativas y audaces para generar
mejoras.
¿Qué
es reactividad?
Este
tipo de actitud nos habla de una persona que espera a que sea otra la que tome
las decisiones o esperan a que otra persona realice la acción, son personas que
no creen que ellas mismas sean capaces de realizar las cosas.
Una
persona proactiva genera estímulos que llegan a las personas reactivas, los
proactivos dirigen su vida, van a lo que deciden, tienen planes, metas y
objetivos, aunque saben que también existen riesgos, van por ello, y a través
del ensayo y error reescriben sus planes, los proactivos conoce su situación y
sabe que es el único responsable de cambiarla, por eso genera estrategias.
Los
reactivos son dirigidos por las situaciones que generan los proactivos, alguien
le tiene que decir que hacer con su tiempo, pero trabajan duro y se ponen manos
a la obra, la persona reactiva no tiene planes porque ellos forman parte del
plan de otras personas. La persona reactiva piensa que su situación no depende
de sus actos y sólo los demás podrán cambiar esa situación; los reactivos a la
larga no avanzan y se mantiene siempre donde está porque no tiene objetivos y
estrategias.
¿Cómo habla un reactivo y un
proactivo?
Los reactivos siempre absuelven su
responsabilidad:
«Es
que así soy». Limitándose porque así lo determina su personalidad.
«No
puedo». Me limita otro aspecto.
«No
tengo tiempo». Me controla en tiempo
«Si
otro partido gobernara». Circunstancias de otras personas me fuerzan a
ser como soy o lo que hago, no tengo libertad de mis propias acciones.
Los proactivos siempre hacen, o buscan
alternativas para hacerlo:
«No
lo he intentado, pero probemos a hacerlo». Se abren a nuevas
posibilidades, en vez de pensar que “así son” y nada cambiará.
«Veamos
cómo podemos hacerlo, de qué manera o estrategia». Buscan posibilidades,
en vea de un “no puedo”.
«Organicémonos».
Organizan y saben ser líderes, en vez de un “es que no tengo tiempo”.
«Busquemos
alternativas de dialogo, con el gobierno». Optan por ver las cosas desde
un enfoque distinto, en vez de culpar a factores o personas externas.
Supongamos que existen personas
en un entorno laboral, trabajando juntos, tienen las mismas responsabilidades y
las mismas circunstancias, pero pueden realizar su trabajo de distintas
maneras. Una está siempre cuestionando la manera habitual de cómo se hacen las
cosas si no obtiene resultados deseados o simplemente no es productivo, la otra
persona se conforma de la situación y no hace nada para cambiar la situación,
no le da importancia, o ni se entera que no está siendo productivo.
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