¿Vivimos en una sociedad consumista?



No podemos hablar de consumismo sin hablar de deseo, ese deseo insaciable que crea el simple hecho de consumir, consumir un producto innecesario y que seguramente será rápidamente sustituible por otro, aparece entonces otro término que genera ese deseo de consumo; la Publicidad.



¿Quiénes consumen más?

Puedo afirmar que en primer lugar los consumidores más activos en esta sociedad son los niños, los niños quienes están expuestos a la televisión, y ahora al internet en eso ocupan su tiempo libre o la mayoría de estos medios que han crecido y que generan imágenes y estereotipos que alimentan su curiosidad por conocer el mundo.
Después el público femenino; nosotras las mujeres también somos fieles consumistas y también somos la imagen que la publicidad explota más.
En último lugar el público juvenil; la juventud es el centro de la producción, el mercado que genera más necesidades, el público que más experiencias necesita, el circulo vicioso de producir, usar y tirar, para convertirse en una experiencia que te invita siempre a experimentar y vivir continuamente, y por lo tanto a consumir más.

Consumismo y cotidianidad

“Vivimos en una sociedad consumista”, cuántas veces hemos escuchado esa frase, pero ¿qué significa realmente?, hoy en día se han masificado las tendencias, lo podemos ver en las redes sociales, con vídeos y “personajes” que rápidamente se convierten en “virales”, hemos llegado al grado en el que el consumismo degrada, uniforma, manipula e impone deseos y gustos espontáneos, impone una frágil y engañosa escala de valores y prestigios “artificiales”.  Entonces lo que antes era la vida cotidiana, parece haberse estado convirtiendo en lo que está en tendencia y simplemente estas “IN” o estás “OUT”.

Lo que necesito, prioridades

Voy a hablar del pasado, ese tiempo en donde no había mucha diferencia entre producción y consumo, dónde lo necesario llegaba hasta ahí, pero irremediablemente llegó la economía industrial que se dividió y se transformó en un comportamiento de consumo para subsistir, para convertirse en un sistema industrial bien articulado sobre las masas que en ese entonces eran muy limitadas hacia la práctica consumista, hasta ese momento en el que una necesidad fisiológica se convirtió en psicológica.
Comienza a consumir el hombre cosas que no necesita, (o que no son vitales) para consumir necesidades secundarias: estatus, ocio, prestigio, cultura, confort, mitos, etc.
Entonces la sociedad consumista compra cosas que muchas veces no tienen nada que ver con las necesidades primarias o con la subsistencia biológica.
La sociedad de consumo convierte rápidamente el beber, comer y trabajar en un estándar, la publicidad se encarga de transformar nutrición en gastronomía, sexualidad en erotismo, vivienda en standing, descanso laboral en ocio, compra en espectáculo, familia en una potente central del derroche, ciudad en escaparate y la vida cotidiana en una frenética carrera de libertad por obligación de consumir. 


continúa leyendo: ¿Qué es lo que quiere el consumista?

Marbel Alonso

Editora.

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